El diario “El Popular”, de la ciudad de Olavarría, publica una nota en su portal donde señala que en territorio bonaerense, las ciudades de Tres Arroyos y Azul tienen en vigencia desde hace años el descanso dominical. Allí, los supermercados deben permanecer cerrados los domingos por un acuerdo que realizaron los gremios de los trabajadores mercantiles y los supermercadistas.

Expresa más adelante que el cierre de ese tipo de negocios los días domingos tiene cada vez más adhesiones. El pasado 3 de julio-agrega-, la iniciativa se puso en marcha en Rosario que es la tercera ciudad del país con mayor cantidad de habitantes. Por eso, desde los gremios de empleados de comercios dicen que será ejemplo en este tipo de propuestas.
Acordar el descanso dominical para empleados de supermercados no fue sencillo, pero tampoco imposible. En Tres Arroyos, la iniciativa funciona desde hace una década y en Azul ya lleva casi tres años. “Nadie perdió, todo lo contrario”, coincidieron los secretarios generales de los gremios de ambas ciudades.
El diario recuerda luego cómo empezó a gestarse la propuesta. Los casos son bien distintos. En Tres Arroyos hubo mucha resistencia y llevó diez años poner en marcha la iniciativa. En Azul, por su parte, el acuerdo entre sindicato, empleados y supermercadistas llegó mucho más rápido.
En nuestra ciudad (Olavarría), la iniciativa del descanso dominical es una medida que el Centro Empleados de Comercio de Olavarría (CECO) promueve y destaca. De hecho, hace más de un año el gremio mercantil local inició entrevistas con empresarios locales y realizó diferentes estudios y relevamientos sobre la opinión de los vecinos sobre las consecuencias de la implementación.Ahora, desde el CECO afirman que hay que buscar el momento adecuado para implementar esta medida y llevar con prudencia y mucho consenso la discusión para que no se resienta el sector ni se ponga en riesgo ninguna fuente de trabajo.

Una década

“El detonante fue una ley que sacó Domingo Cavallo en la época de Carlos Menem donde desregulaba la actividad y eso permitió la instalación de grandes cadenas de supermercados. Ahí se encendieron las luces de alerta”, recordó Roberto Di Palma, secretario general del sindicato que nuclea a los empleados de comercio en Tres Arroyos.
La localidad cuenta actualmente con 60.000 habitantes. En aquel momento, “algunos supermercadistas empezaron a abrir los domingos a la mañana, otros más osados todo el día domingo. Mientras tanto, los supermercados locales copiaban el modelo nacional, así que empezamos a pensar en qué podíamos hacer para que los domingos sean realmente días de descanso”.
Concretar la propuesta no fue tan fácil. Era 1996 cuando empezaron por hablar con las iglesias para que en las misas se resaltara la importancia del compartir el domingo en familia, y también enviaron escritos al Concejo Deliberante. A eso se sumaron iniciativas como colgar pasacalles en las puertas de los supermercados que decían “papá, no compres el día domingo” o “el domingo es para disfrutar en familia”.
Además, desde el gremio mercantil acudieron al ingenio y se disfrazaron de payasos frente a los supermercados, entregaban globos a los niños que decían que no compraran los domingos y repartían volantes para que la comunidad supiera los objetivos de la propuesta.
Entre las iniciativas, también juntaron 6.000 firmas que elevaron al Concejo Deliberante y desde el gremio realizaban inspecciones junto con el Ministerio de Trabajo para ver si los supermercados cumplían con la norma de pagar a los empleados el cien por cien cada domingo.

La mayor conquista

Fue un trabajo arduo que llevaron adelante cinco o seis personas durante diez años, hasta que un día “llamamos a una audiencia al Ministerio de Trabajo y realizamos un acuerdo que era por tiempo indeterminado. Siempre digo que ésa fue la conquista más grande del sindicato”, definió Roberto Di Palma.
En ese acuerdo, todos los supermercados se comprometían a cerrar los domingos por el plazo de 90 días, como experiencia piloto. “Pasaron los 90 días y estaban todos recontentos. Así que redactamos otra acta en la que el acuerdo se hizo de manera permanente”, contó Di Palma.
En Tres Arroyos, el Municipio también fue una para importante para que se concrete el cierre de supermercados los domingos. En este camino, cada supermercado que quiera abrir sus puertas en esa ciudad debe firmar una cláusula en el contrato de habilitación donde se expresa que hay un acuerdo de descanso dominical.
La experiencia “es sumamente positiva -resaltó Roberto Di Palma-. Costó, pero se pudo concretar. Fue un gran desafío para el gremio, pero valió la pena”.

Casi tres años

En Azul, el acuerdo de descanso dominical va a cumplir tres años en diciembre próximo. “Nosotros somos animales de costumbres, por eso costó un poco al principio, pero la iniciativa hoy es bien tomada por todos”, resumió el secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio de esa localidad, Jorge Ferrarelo.
Para concretar la propuesta, desde el gremio se reunieron con supermercadistas y empleados de supermercados. Además, juntaron firmas de almaceneros locales, que vieron con agrado la posibilidad de que los grandes cierren los domingos, ya que generaban una competencia a veces imposible de sostener.
“Los almaceneros, el domingo salvan los gastos del mes. Si hubiese seguido abriendo la Cooperativa Obrera o La Anónima por ejemplo, a los comerciantes locales no les hubiesen cerrado los números porque las ventas bajaron en los últimos meses”, apuntó Ferrarelo.
Dijo, además, que “los empleados estuvieron de acuerdo, aunque para algunos resignar más dinero en el sueldo fue difícil. Ahora se acostumbraron al domingo en familia y la mayoría prefiere cobrar menos (ya que no reciben el cien por ciento del pago de los domingos) pero compartir otras cosas”.
La movida del cierre de los supermercados los domingos “nació después que apareció el papa Francisco con un mensaje sobre la unión de la familia los domingos. Entonces, los delegados de los empleados de la Cooperativa Obrera y de La Anónima nos pidieron que hiciéramos algo”.
Es ahí donde desde el sindicato consiguieron que firmara el 98% de los empleados a favor del descanso. “Empezamos a hablar con los supermercados chinos e hicimos un acuerdo de solidaridad con los empleados y de lealtad comercial entre los empresarios”, expuso.
En líneas generales, definió que “fue fácil. El acuerdo se firmó en el Ministerio de Trabajo por un año de prueba. Cuando renovamos por primera vez, acordamos que se renovara automáticamente todos los años”.

Apoyo general

En aquella oportunidad, “tuvimos apoyo de todos los partidos políticos y de la Iglesia a través del Obispado. Los pocos que no firmaron hoy están reagradecidos porque empezaron a disfrutar lo que es el domingo, se dieron cuenta de la importancia de ese día. Por otro lado, a pesar de que perdieron plata porque cobraban horas extra, los empleados hoy prefieren resignar ese dinero pero no trabajar”.
Para Ferrarelo, “acá no pierde nadie. Los dueños de supermercados se ahorran el pago de horas extra y el compensatorio semanal. Los empleados ganan en tiempo y descanso, y los almaceneros que pueden abrir se han visto favorecidos por la medida. La gente ya se acostumbró a que al súper va de lunes a sábado y los domingos puede comprar en la carnicería, panadería o almacén del barrio”.
A casi tres años de la medida, la Asociación de Empleados de Comercio de Azul hizo una encuesta sobre el descanso dominical. “El 92% de la gente que va a hacer compras al supermercado dijo estar a favor de la iniciativa. Y el 82% de los empleados de comercio, que trabajan de lunes a sábado, también dijeron estar a favor”.