El 24 de marzo de 1976, nuestro país se cubrió con la noche más trágica y oscura de la historia argentina.

Fueron siete terribles años donde se conculcaron absolutamente todos los derechos, donde se desconocieron a todas las instituciones de la Democracia y donde el Gobierno fue ejercido por quienes se apoderaron del mismo a partir del miedo y el terrorismo de Estado.

Los argentinos tenemos la obligación de no olvidar.

Y también la responsabilidad de proteger la vida en Democracia para que estén siempre vigentes los derechos que consagra nuestra Constitución Nacional.

No dejemos de luchar para vivir en libertad y con dignidad, y digamos Nunca Más a los golpistas que promovieron la usurpación del poder en aquel Marzo de 1976.

Pero también sostengamos ese emblemático Nunca Más a los que aún hoy vivirían más a gusto con un gobierno de facto.

En diciembre de 1983, los argentinos recuperamos la vida en Democracia.

Entre todos, construyamos una fortaleza contra quienes quieran socavarla.