Hoy, martes 11 de mayo, las puertas de Garbarino en sus cuatro locales de Rosario siguen cerradas.
Esta situación se mantiene desde el último sábado cuando en sus frentes se podían leer carteles que, falsamente, anunciaban que no abrían por “medidas de higiene”.
Para la Asociación Empleados de Comercio de Rosario esto es una absoluta mentira ya que estamos frente a un “lock out” patronal, y evidentemente se trata de una maniobra para poder pedir subsidios al Gobierno nacional, poniendo en calidad de rehenes a los trabajadores.
Frente a este cuadro de situación, además de haber hecho la correspondiente denuncia y pedido de intervención al Ministerio de Trabajo santafesino, AEC reclamó esta mañana frente a las puertas de Garbarino para defender las fuentes laborales y para que toda la ciudadanía sepa de las maniobras de estos empresarios inescrupulosos.
Mienten para obtener subsidios
Ante el periodismo que cubría el reclamo, nuestro secretario gremial, Juan Gómez, señaló que “acá tenemos a los trabajadores de esta empresa que están sufriendo en carne propia el desprecio de estos empresarios que después van y piden subsidios.”
“Esta situación –agregó- no tiene ningún tipo de explicación por parte de la empresa. Como se trata de un conflicto a nivel nacional que se viene arrastrando desde hace tiempo, mañana va a haber una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) va a hacer una presentación por estos cierres en distintas localidades del país”, explicó Gómez.
Con respecto a los trabajadores y sus salarios, se les está debiendo dos meses, marzo y abril, y bonos que se adeudan de la gestión del grupo empresario anterior, antes de la venta que se realizó el año pasado.
En cuanto a los locales ubicados en el shopping, este fin de semana estuvieron cerrados, pese a que esos son los días que más venden. Con esas ventas hubieran podido pagar los sueldos adeudados.
Alerta gremial
Desde AEC, que sigue en estado de alerta, se tiene muy en claro que no se trata de un problema de caídas en las ventas, ya que los mismos trabajadores expresan que la firma ha trabajado y vendido con normalidad. Por eso, como gremio, denunciamos un “lock out” patronal.
Por su parte, Cristian, uno de los trabajadores que hoy nuevamente se encontró con las puertas del comercio cerradas, relató con angustia que se presentaron a trabajar y se encontraron con esto. “Nadie nos ha notificado de nada. Ni han dicho nada sobre las deudas que tienen con los empleados, bonos de hace tres meses atrás, sueldos de los últimos dos meses y también hay compañeros que están suspendidos y no les depositaron nada. Estamos en una incertidumbre total. Hay gente que ni siquiera tiene para el transporte y vino hasta acá para encontrarse con esto”, se lamentó.