Las radiaciones luminosas de origen solar o que provienen de fuentes artificiales de rayos ultravioleta pueden provocar daños graves en los ojos (cataratas, lesiones en la retina), envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas) y diferentes tipos de cánceres cutáneos.
Además de las radiaciones UV provocadas por la luz solar, otra fuente de radiación ultravioleta que puede causar un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel son las camas solares. Las dosis de UV artificiales de las camas solares se acumulan a las dosis de UV del sol y pueden reforzar el efecto cancerígeno, por lo que el INC desalienta el uso de las camas solares a la población en general y, particularmente, a los menores de 35 años.
Por eso, para que disfrutar del sol no se convierta en un riesgo, el Ministerio de Salud recomienda a la población en general, y en especial a niños y adolescentes, adoptar precauciones muy simples, tales como:
- Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
- Buscar lugares a la sombra.
- Cubrirse con ropas, sombreros y anteojos de sol.
- Utilizar protector solar no menor a 20 FPS (Factor de Protección Solar). Hay que tener en cuenta que la protección puede disminuir luego del contacto con el agua y después de un tiempo de realizada la aplicación. Por eso es recomendable repetir la aplicación varias veces al día
- Los bebés menores de 1 año deben evitar completamente la exposición.
Más información: Ministerio de Salud de la Nación