Si bien es cierto que algunas de las razones invocadas para llevar adelante la medida de fuerza son válidas, desde AEC Rosario entendemos que este no es el momento para paralizar al país, aunque sea parcialmente, ya que Argentina necesita que todos estemos al frente de nuestras responsabilidades trabajando, gestionando, reclamando, pero sin dejar de hacer nuestras tareas.
Pero coincidimos en que al salario no se le deben aplicar impuestos.
No debemos facilitarles el terreno a la usura internacional, que a través de los buitres y disputas partidocráticas pretenden destruir al país.
Además, entre los argumentos dados para esta medida de fuerza, no figuran cuestiones esenciales para los trabajadores como son la reivindicación de derechos laborales que perdimos a partir de medidas tomadas cuando Domingo Cavallo era ministro de Economía; y sobre todo exigir a los formadores de precios y a las grandes cadenas de supermercados (sobre todo las multinacionales Coto, Carrefour, Libertad y Jumbo), que terminen con la tremenda remarcación de precios de los artículos de primera necesidad, que sin duda genera un notable deterioro de nuestros salarios, y en este camino no hay paritaria que aguante.

    Desde Empleados de Comercio de Rosario queremos la unión del movimiento obrero para que converja en una CGT como la que históricamente defendía los derechos de todos los trabajadores, sin exclusiones y sin partidismos.