“Tejimos una historia común, apostamos a la esperanza y brindamos la oportunidad de ayudar a vivir en cada lugar de nuestro Jardín la utopía maravillosa de un mundo feliz para todos. ¡Feliz cumpleaños!”
Con esas palabras el Jardín Materno Infantil OsecacRosario invitó a padres y chicos, docentes y autoridades, de antes y de ahora, a celebrar el cumpleaños número 35. Todos, los que están actualmente y los que han pasado, fueron convocados para celebrar juntos un año más.
La celebración se realizará este miércoles 15 de julio, en el teatro de nuestro Sindicato, a partir de las 9, y contará con la presencia de todo el personal actual, más ex alumnos y docentes; chicos y padres. La Intendenta de Rosario, doctora Mónica Fein, también fue invitada a la ceremonia.
¿Qué son 35 años? ¿Qué se siente? Esas fueron las dos simples preguntas que hicimos al personal de la institución y todos, sin excepción, contestaron una sola cosa: “Pensar en tu cumpleaños, querido jardín, es pensar en la vida misma. Gracias por ser parte de nuestras vidas”.
“Hablar de 35 años es hablar de pertenencia, porque la vida de la gente está acá en el jardín y si haber pertenecido tanto, ni más ni menos que 35 años, no es vida, ¿qué lo es?”, expresó con la voz entrecortada la directora, Graciela Spooner (Pipi).
“Todos los que transitaron el jardín cuando lo piensan se emocionan; quieren volver a recorrerlo, recuerdan sus años de infancia, se buscan en las fotos, abrazan a sus maestras, ¿qué otra cosa puede significar eso más que felices recuerdos, logros y satisfacciones permanentes? ¿Qué más se puede decir de un sentir así?”, dijo emocionada hasta las lágrimas.
Por su parte, la coordinadora pedagógica Mónica Risso, señaló: “El gran desafío de este cumpleaños es cómo llegar a ese día -miércoles- y no llorar, porque realmente es mucho… Uno transito toda la vida, creció junto con el jardín; te casaste, te separaste, tuviste hijos, todo pasó acá adentro. Si las paredes del jardín pudieran hablar, conocerían y contarían toda nuestra historia, la historia de quienes estamos acá”.
“Hoy somos 30, pero hemos pasado por distintos números, gente que ya se fue, gente nueva y nuestro más profundo deseo es que esa gente que entra ahora pueda continuar con el jardín que tanto amamos”, cerró ya sin poder aguantar el llanto.
“Lo que siento es una vida paralela compartida con este jardín, que lo amo profundamente. El excelente equipo humano que trabaja acá -continuó- acompañando el crecimiento de los niños es extraordinario y estoy ya a punto de la partida y la verdad es que quisiera vivir acá eternamente porque por todo lo que he transitado me ha dejado hermosas experiencias y un crecimiento humano muy profundo, y ni hablar de todo lo que me aportaron los niños”, contó Alicia Detarsio, una de las maestras pronta a jubilarse.
Otra de las docentes del jardín mencionó, en la misma dirección que los demás entrevistados, que en los 35 años “siento mucha emoción y alegría de estar trabajando tanto tiempo acá y poder compartir con los chicos y este grupo de personas que son realmente de corazón y de amor, tantas cosas, porque uno en toda esta historia compartió sencillamente la vida”, dijo María Victoria Luján.
Claudia Macías, otra de las maestras dijo que “más allá de si entre mal o entre bien, acá tenes lo mejor, es decir lo que te dio un chico no te lo da otra persona, un animal puede ser, pero nadie más. Eso es lo que vos te ganas a diario trabajando acá”. Y agregó: “Buscamos cambiar, inventar, tratar de poner algo lindo para que los otros lo disfruten, y la gente se sorprende de las cosas que uno logra y eso también es lindo, porque es un reconocimiento. Nunca nos repetimos”, contó Macías con lágrimas en los ojos.
El personal administrativo también tuvo su momento, así como gente de maestranza y mantenimiento, quienes coincidieron, a pesar de ser parte del jardín desde hace mucho menos tiempo, el mismo sentimiento de emoción, alegría, orgullo y pertenencia que aquellos que están desde que se iniciaron en el mundo laboral.
“Sinceramente, yo casi 50 años que tengo, nunca pensé que iba a tener un trabajo del que no me iba a querer ir el día que me toque la jubilación. Me siento feliz y realmente me siento tranquila, siento que puedo trabajar y al mismo tiempo expresarme tal cual soy. Porque no en todos lados te aceptan como uno es, y yo acá me siento libre, soy yo. El jardín es una gran familia”, manifestó María Alejandra Salvagno de la administración.
Luego explicó que “los padres agradecen permanentemente que sus hijos puedan venir acá y eso yo creo, es una bendición. Y muchas veces hay gente que por cuestiones laborales o ciertos requisitos no pueden mandar a sus hijos y tanto ellos como nosotros lo lamentamos mucho, porque dejar a un hijo acá en el jardín es una garantía, uno puede salir a trabajar tranquila sabiendo que acá el hijo está contenido, es querido y cuidado y eso es fundamental para una madre”.
Para concluir, Salvagno dijo “yo me siento en mi casa, vengo contenta, me encanta estar acá, me encanta estar con mis compañeros, con los chicos del jardín. Y qué puedo decir, solo cosas de agradecimiento”.
De la misma manera se expresó Néstor Sedán, del área de mantenimiento, quien trabaja en el jardín desde hace dos años: “Tomando este como ejemplo, de acá para abajo, tendría que haber mucho más lugares así. Y no lo digo porque estoy acá adentro -agregó-sino porque estoy con las orejas atentas a todo tipo de comentarios de otros lugares y otras personas que están vinculadas con este rubro y están todos encantados de cómo se atiende, como se trabaja, como está el jardín; desde la administración hasta los directivos, porque acá todos trabajamos para los chicos, estamos todos en función de lo que ellos demandan. Y es ejemplar, para mí este lugar es ejemplar”.
Por su parte, Gabriela Carranza, de maestranza mencionó que“el jardín es muy acogedor. Es como una casa grande que te hace sentir muy bien. Es llegar y sentir queestas cómoda como en tu casa, te dan ganas de venir y estar acá adentro con todos. Es caminar por el pasillo y saludar a todos y ninguno te da vuelta la cara, ninguno tiene ningún inconveniente. Creo que más satisfactorio que acá no hay ningún lugar y es grandioso”.
“Yo solo estoy hace dos años, pero poder vivir el cumpleaños 35 es muy emocionante. Todos los preparativos, el estar todos incluidos e incorporados en la celebración es bárbaro; no hay sectores, somos todos amigos, somos todos muy buenos amigos”, finalizó llorando.
Para celebrar el acontecimiento se realizará un acto en nuestro teatro, a partir de las 9. Primero habrá palabras alusivas a cargo de las autoridades, luego los alumnos de la sala de 3 años recrearán una canción; continuarán los chicos de sala de cuatro años entonando el himno del jardín; se seguirá con una entrega de premios para los niños participantes y finalmente, personal del jardín, ex trabajadores, padres de ex alumnos y familiares de los chicos cantarán un coro.
Además, como parte de los festejos institucionales, personal del jardín realizó una revista donde se le pidió a cada sala que haga una nota que acompaña la fotografía del grupo.
“La revista se basó en realizar un raconto histórico de cómo el jardín llega a armarse dentro de la obra social. Y luego un recorrido de toda la trayectoria del jardín, que es el único que queda en el país de todo lo que se armó en su momento. Es el único que queda de pie con estas características, entonces contamos esto para toda la gente y en esta ocasión decidimos hacerle un homenaje a todos los que pasaron por acá, a todas las personas que trabajaron en el jardín en las distintas áreas, que somos casi 100”, explicó Fabiana Pessi, una de las docentes organizadoras.
“Y siempre hacemos lo mismo, hacemos una proyección hacia el futuro, porque le pedimos a las autoridades que el jardín no termine, que tanto esfuerzo y tanto buen hacer quede y permanezca a través de los años”, terminó.
Haciendo historia
El Jardín Maternal abrió sus puertas por primera vez el 15 de julio de 1980. Su creación obedeció a cubrir las necesidades de cuidado de los hijos de las empleadas de la obra social Osecac, para luego extender este beneficio a todas las madres trabajadoras del gremio mercantil.
Luego del Jardín Materno Infantil Osecac Rosario, la obra social crea tres nuevos jardines en Capital Federal y uno en la provincia de Buenos Aires. La calidad prestacional, el nivel de organización, la actualización profesional y su buen desempeño, fueron los aspectos que llevaron a la Organización Mundial de Educación Preprimaria (Omep) a posicionarlos dentro de los cuatro primeros lugares a nivel mundial.
Las crisis por las que atravesaron las instituciones en nuestro país en los años 90, desembocaron en el cierre de uno de dichos jardines y la concesión de tres de ellos. Sólo el Jardín Rosario logra subsistir, gracias al apoyo de la Asociación Empleados de Comercio Rosario, los esfuerzos de su personal y el reconocimiento de la comunidad.