Las diarreas son más frecuentes en verano debido al clima que favorece la diseminación de las bacterias que las provocan. Las altas temperaturas aumentan también el riesgo de deshidratación. Por eso es importante estar alerta si hay diarrea.
La diarrea puede ser grave si:
- Su hijo tiene menos de un año.
- Tiene más sed que de costumbre, llora sin lágrimas, tiene la boca seca o hace poco pis.
- Tiene los ojos hundidos.
- Tiene vómitos o hace caca muy seguido.
- Está irritable, decaído, no quiere beber o tiene fiebre.
- La caca tiene moco o sangre.
En cualquiera de estos casos, es importante acudir sin demora a su pediatra de cabecera o a una guardia médica.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación