Respalda un proyecto con más de un millón de firmas que pide el cierre de comercios los días domingos. “Deben promoverse firmemente los derechos humanos, incluido el derecho al descanso el domingo”.
El descanso dominical fue destacado como “un derecho fundamental que pertenece a todo el pueblo, a cada empleado” por parte del arzobispo de Poznan (Polonia) y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, tras una reunión del Consejo de Obispos polacos.
La declaración, según lo consigna el portal religioso es.gaudiumpress.org, supone un respaldo de los obispos al proyecto sustentado con más de un millón de firmas en favor de la prohibición de la apertura de los comercios en los domingos.
Monseñor Stanislaw Gadecki, arzobispo de una de las ciudades más grandes y antiguas de Polonia, destacó cómo el reservar un día de la semana para el descanso y el Culto Divino y la sacralidad del domingo, es una “evidente continuidad en la enseñanza de la Iglesia”, de acuerdo con KAI.
Pedido a las asociaciones católicas
Los obispos no entrarán a analizar los detalles materiales de la norma, pero se comprometieron a defender “la esencia misma de la verdad sobre el descanso dominical”. Ante los obstáculos enfrentados por la iniciativa en los escenarios políticos, el prelado recordó que las asociaciones católicas “deben promover firmemente los derechos humanos, incluido el derecho al descanso el domingo”.
Reflexionaron también en los diferentes aspectos de la vida que se benefician con el descanso dominical y que no se limitan al culto religioso. “Las familia no sólo necesitan apoyo económico, también necesitan tiempo para ellas mismas”, afirmó otro arzobispo, el de Katowice, monseñor Wiktor Skworc, según informó la BBC. El prelado pidió al Estado “mostrar compasión hacia las mujeres que tienen que trabajar en los supermercados en los domingos” y rechazó la poca consideración que se ha evidenciado hacia la Iglesia y los trabajadores en las demoras que ha tenido el estudio del proyecto en los órganos legislativos.
Quiénes se oponen
La norma sufre la oposición de las cadenas comerciales y organizaciones de turismo, mientras que algunas organizaciones laborales piden salarios más altos en las jornadas dominicales. Sin embargo, la iniciativa ha recibido un impulso renovado y se espera que sea aprobada en 2018, y tendría su primer debate en el mes de enero, según cálculos de Janusz Sniadek, ex presidente del sindicato Solidaridad.