Apenas pasadas las 22 del viernes último, en un ambiente donde abundaba la calidez, sonaron los primeros acordes solemnes de un bandoneón. Era el preanuncio de la presentación de Javier Calamaro.
La expectativa fue en aumento, hasta que el artista salió a escena, y fue con “La última curda” que dio comienzo al espectáculo.
A lo largo de los más de 90 minutos de un show íntimo, para un público variado, Calamaro hizo un recorrido por clásicos del tango, como “Garúa”, “Yuyo Verde” y “Los Mareados”.
Junto a la Orquesta Pirata, dirigida por el Maestro Chapa (Leandro Chiappe), Calamaro expuso su más reciente trabajo, “La vida es afano”, disco que incluye innovadoras versiones de “Malevaje”, “Pasional”, “Madrugada” y “Pedro Navaja”.
Cambiando el rumbo musical, y entre anécdotas personales, deleitó con las zambas “El Corralero” y “Piedra y camino”.
Repasando discos anteriores, y con una dedicación especial a su padre, cantó “Este minuto”, emocionando en cada nota.
También incluyó “Navegar”, del disco Kimika (2003) y “No me nombres”, de Villavicio (2006).
Para culminar la noche, y al ritmo del 2 x 4, Javier se despidió con “Sordidez y sordera”, “Yira yira” y el emblemático tango “Cambalache”.