En otra vil maniobra, que caracteriza la maldad de este seudo empresario rosarino, el dueño de la vinoteca “Tinta negra” presentó un pedido de quiebra ante los Tribunales provinciales.

[highlight]Mariano Sebrié[/highlight], de él se trata, lo hizo en el Juzgado Civil Nº 2, a cargo de la jueza doctora Mónica Klepcar, bajo el expediente “Vinoteca Barcelona y Tinta SAS s/Concurso preventivo”.

Recordemos que Sebrié fue dueño también de la vinoteca “Barcelona”, que había cerrado sus puertas para transformarse en “Tinta negra”, que ahora dejó en la calle a 18 trabajadores mercantiles aduciendo razones que por supuesto son absolutamente falsas.

Ante el pedido de quiebra, y junto a esos compañeros trabajadores, nos hicimos presente en los Tribunales para exigir que el dueño de la empresa se haga cargo y regularice la situación. Mientras tanto, 18 personas naufragan en la incertidumbre por el futuro de sus fuentes laborales.

Con la jueza

En ese contexto, pudimos dialogar con la jueza Klepcar, y nos permite asegurar que esto es algo que nos da la razón a nosotros como Sindicato. La empresa vino armando toda esta puesta en escena de ir vaciando el local y arteramente dejar a la gente en la calle de un día para otro.
Además, le expresamos a la jueza que nos ponemos a disposición como entidad sindical, acompañando a los trabajadores en su justo reclamo, ya que de un día para otro se han quedado sin su puesto de trabajo, que hace más de diez años tienen en ese lugar.
También resaltamos la responsabilidad que le cabe a este empresario Mariano Sebrié y llamamos a que se haga cargo de la deuda que tiene con todos los trabajadores.
Con respecto específicamente al pedido de quiebra, reiteramos que es una maniobra que forma parte de todo el proceso de vaciamiento que realizó la empresa, que ha escondido la mercadería en distintos depósitos de la ciudad de Rosario. El juzgado ya está informado de esto por parte de nuestro gremio, así que exigimos que se resguarde esa mercadería porque es el dinero que se le adeuda a los trabajadores. Esa es nuestra posición.

Duro testimonio

Julián, uno de los compañeros trabajadores de “Tinta Negra”, reiteró ante los medios de prensa que el día viernes fueron a su lugar de trabajo, como todos los días, pero se encontraron con las puertas cerradas y los compañeros en la calle viendo a través de la vidriera lo poco que se podía ver: el local vacío, sin muebles. No había ningún cartel ni nadie que les hubiese avisado de la situación.

Otro antecedente

Anteriormente, la empresa tuvo otros inconvenientes similares. “Tinta Negra” antes era la reconocida vinería Barcelona, pero al tener problemas con la AFIP, decidió cerrar y cambiar de nombre.
Tiene grandes deudas con el Estado. Tiene esta forma de trabajar evadiendo.